Casa Ananda se despliega como una pieza arquitectónica silenciosa y reflexiva, en diálogo íntimo con la vastedad del paisaje. Diseñada por Yturbe Taller de Arquitectura, bajo la dirección de Diego Yturbe, esta residencia apuesta por una conexión profunda entre la vida cotidiana y el entorno natural.

En una región donde el desierto se encuentra con el mar, la vivienda responde al clima cálido y seco con estrategias pasivas que transforman las condiciones extremas en aliadas del confort. La estructura se ordena en volúmenes escalonados que fluyen alrededor de un patio central, donde un ciruelo de montaña se convierte en el corazón simbólico y funcional del proyecto. Este vacío regula la temperatura, permite el paso del viento y marca el pulso de la casa.

Detalles de la arquitectura de la casa

Además, en esta obra la materialidad es protagonista: piedra, hormigón texturizado y madera aportan calidez y estabilidad térmica. Estas texturas no solo reflejan el carácter del sitio, a su vez permiten que la casa se mantenga fresca con un consumo energético mínimo. Igualmente, las fachadas orientadas con precisión, junto con aberturas estratégicas, maximizan la ventilación y la entrada de luz.

Aquí, la piscina funciona como un espejo del cielo y un eje visual que prolonga la casa hacia el horizonte. Desde allí, el paisaje entra a través de terrazas, umbrales y patios intermedios, eliminando los límites entre interior y exterior.

Casa Ananda también incorpora soluciones sostenibles como un sistema de paneles solares de alta eficiencia y recolección de agua de lluvia, estas características consolidan un modelo residencial alineado con las dinámicas ecológicas del lugar.

Esta casa es un espacio que invita a habitar el tiempo con lentitud. Su arquitectura no busca ser formal, está pensada para desaparecer entre los colores de la tierra y el azul del cielo.