En Udaipur, una ciudad conocida por su historia palaciega y sus atardeceres dorados sobre el agua, The Leela Palace presenta su obra: Arq at Pichola. Una colección de villas privadas que eleva la hospitalidad india al plano de lo sensorial, lo artístico y lo íntimo.

Inspirado en el término sánscrito arq —la esencia más pura—, este enclave redefine la experiencia de hospedarse en India. Aquí, el diseño es una narrativa curada a partir de materiales nobles, herencia cultural y una arquitectura que fluye con el entorno.

Las villas, tres tipologías de espacios que se sienten más como residencias personales que como habitaciones de hotel, se asientan discretamente frente al lago Pichola, el llamado «Lake Como de la India».

Cada espacio ha sido concebido como un refugio multisensorial. Desde los suelos de madera con incrustaciones de latón hasta el arte tradicional Thikri que reviste los muros con espejos fragmentados, cada elemento despierta la mirada y el tacto. El azul intenso del lapislázuli se entrelaza con textiles artesanales, mientras que las vistas abiertas al agua convierten la contemplación en ritual.

La arquitectura de las villas
La Lake Villa, de 360 metros cuadrados, ofrece una atmósfera de recogimiento con piscina y jacuzzi privados. La Lake Villa con deck, aún más generosa, suma experiencias como desayunos flotantes con champán y cenas curadas por un chef personal. Por su parte, la Family Villa, de 803 m², con sus dos dormitorios orientados hacia un patio central, es un universo de privacidad diseñado para celebraciones o viajes multigeneracionales.

La experiencia comienza incluso antes de llegar. Un traslado en vehículo de lujo y una bienvenida sobre un bote eléctrico bajo una lluvia de pétalos marcan el tono de una estancia donde cada gesto está pensado. El ritual tradicional de lavado de pies, los cócteles al atardecer servidos por un mixólogo, y los menús a la parrilla bajo las estrellas, hablan de una hospitalidad coreografiada con maestría.

Pero más allá de los espacios y los servicios, lo que convierte a Arq at Pichola en un destino incomparable es su capacidad de hacer sentir que el tiempo se detiene. Que el lujo no es ostentación, sino la posibilidad de habitar la belleza en estado puro.