Esta casa adosada de estilo mid-century está situada en la tranquila zona suburbana de Corstorphine, Edimburgo (Escocia). Una ampliación frontal anterior había dado lugar a una cocina larga y estrecha, separada del salón y del jardín trasero.

La distribución fragmentada significaba que la familia solía estar en habitaciones separadas: cocinando, haciendo los deberes, viendo la televisión. Nuestro encargo era crear un diseño que permitiera a la familia estar más unida y llevar la cocina al corazón del hogar.

Teniendo en cuenta las necesidades de la familia y el estado del entorno de la casa los arquitectos, la firma Agora Architecture, replanteó una nueva alternativa en su diseño para convertir los espacios en un lugar mucho más agradable y dispuesto para las funciones diarias de sus dueños.
El nuevo diseño de la casa
La solución fue crear un espacio habitable en forma de L, orientado hacia el jardín trasero. Se quitaron las paredes de la antigua cocina y el pasillo para abrir el espacio, y se modificaron las ventanas y puertas para maximizar las conexiones de luz y jardín.

Al frente de la casa, en la antigua cocina, se ha creado una oficina/dormitorio adicional. Un acogedor y cómodo espacio se encuentra en el centro del plan, con una chimenea central. La cocina y el comedor están ubicados en la parte trasera, con puertas plegables y un ventanal al jardín. La estructura de acero expuesta ayuda a definir las zonas.

Los muebles de cocina han sido tratados como un mueble: los electrodomésticos están ocultos detrás de puertas de roble de altura completa, con el fregadero ubicado en un hueco central. Las estanterías de altura completa enmarcan un asiento de ventana revestido de roble además de proporcionar un lugar para exhibir los artículos personales de los clientes.

Se utiliza un piso de espiga de roble en toda la planta baja, y la paleta de colores verde y rosa se adopta en los muebles de la cocina, las paredes y la estructura de acero. Esta continuidad de acabados, junto con detalles minimalistas como zócalos enrasados, puertas sin marco e interruptores transparentes, ayudan a crear sensación de espacio.

Los espacios resultantes son tranquilos y relajados, con espacio suficiente para albergar grandes reuniones, al tiempo que cuentan con espacios más íntimos para noches acogedoras junto al fuego.