“La felicidad está hecha de pequeñas cosas: un pequeño yate, una pequeña mansión, una pequeña fortuna…’. El aforismo es de Groucho Marx —actor, humorista y escritor estadounidense—, y lo hemos dejado abierto para que cada uno sume lo que quiera a su lista. Nosotros añadiríamos ‘una gran terraza’. Tuvo que llegar un virus planetario para que el mundo apreciase las bondades de un simple balcón. Hemos aprendido que la vida al aire libre es una vida mejor, más saludable y placentera”.

Este corto fragmento es el inicio del libro Stories Outdoor, publicado por la firma española de mobiliario Andreu World para dejar por escrito su visión durante su participación en la Feria Hábitat Valencia, en España.
El outdoor fue una de las propuestas más recurrentes en los 84.000 metros cuadrados que contuvieron, a lo largo de dos pisos y siete pabellones, a las 631 firmas representadas en una nueva edición de la Feria Hábitat Valencia, una de las más importantes en Europa en cuanto a diseño.

La revista AXXIS fue el único medio suramericano invitado, y gracias a esto recorrimos durante tres días cada rincón del complejo valenciano, con el fin de detectar las tendencias que propone el mercado español para el mundo.
Edición tras edición, el mobiliario para exteriores toma más fuerza en Valencia. Sin embargo, las compañías no se quedan en plantear materiales resistentes a la intemperie, sino que buscan llevar el confort del interior a espacios como las terrazas.
Detalles de la Feria Hábitat Valencia
Recorrer los stands era presenciar diseños cálidos que borran los límites entre adentro y afuera. Atrás quedaron los componentes duros —toscos, en muchos casos—, que dan relevancia a la resistencia y no a la comodidad.

“Este año, nuestras nuevas colecciones para outdoor las hemos enmarcado bajo el lema ‘La buena vida’ […] nuestros productos tienen telas con mucha textura para que sean agradables al tacto”, explica Cristina Salavert, de marketing y comunicaciones de la empresa Andreu World.
A esto se suma un componente sostenible: la compañía española trabaja con el sistema cradle to cradle, y un diseño que cuida hasta el más mínimo detalle. En medio de un montaje en el que sobresalió la madera, y junto a un árbol que dio esa sensación de estar en una terraza, la empresa presentó su sofá Afuera, cuyas costuras son una parte vital de la estructura —son muy evidentes y evocan las de una bola de béisbol— y sus patas están inspiradas en el calzado tradicional japonés, conocido como geta.

“Nuestras nuevas colecciones sirven tanto para el exterior como para el interior por su diseño y sus materiales. Además, tenemos propuestas modulares que se adaptan a todo tipo de espacio”, comentó Dahiana Murillo, del equipo de marketing de la compañía Vondom, mientras recorríamos su stand —uno de los más grandes de la feria—.
Cuentan también con una generosa gama de colores para las telas de varias de sus líneas —algunas llegan hasta 30 tonos—, para ofrecer un amplio nivel de personalización.

Uno de los objetos más interesantes de Vondom fue su daybed Iglu, mueble creado por el español Ramón Esteve. Fue inevitable no fijarse en él, pues ocupó una de las esquinas de su exhibición. Volviendo a su diseño, su cúpula está conformada por triángulos enlazados por una tela ligera que da un juego de luces y sombras. “Es muy versátil: lo puedes pedir sin la capota y poner ruedas para que gire 360 grados, lo que te permite buscar o esconderte del sol. También puede incluir sistema de sonido”.

La forma de la madera
Otra de las características más recurrentes —e interesantes— de la Feria Hábitat Valencia fueron las sillas hechas en madera contrachapada. No tanto por lo que significa el material en sí, sino por las posibilidades que ofrece para lograr diseños disruptivos.

En la colección de taburetes Naoshima, diseñada por Emiliana Design Studio para la compañía Vergés, se experimenta con el potencial expresivo y estructural de la madera curvada. Este butaco propone un juego visual con dicho material —que dejan al natural—, pues “el asiento son cuatro piezas idénticas, sacadas de una misma plancha, que se unen en el centro”, explicó Clàudia Ferrer, responsable de marketing y comunicaciones de Vergés. Con este gesto, consiguen que las vetas generen en la parte superior un rombo, gracias a que cada lámina tiene una dirección distinta.
Blasco&Vila presentó en un stand muy discreto, sobre una sencilla plataforma blanca, una serie de sillas en madera contrachapada llamadas Halo y diseñadas por el español Francesc Rifé, en la que un solo cuerpo se curva para crear una sinuosa silueta.

Con diversos tipos de pata, esta propuesta acentúa su aspecto ligero en una de sus versiones, en la que el espaldar es perforado para que siga la misma forma ovalada del contorno. Entre sus características está el ser apilable, lo que facilita su almacenamiento.
Y este último punto también fue muy relevante para las firmas españolas, ya que muchos de los lanzamientos en el certamen daban la opción de superponerse —e incluso en algunos casos se alcanzaba una alta eficiencia al contener un elevado número—.

Ejemplo de esto son las sillas Cap Plastic, creadas por el valenciano Ximo Roca para la compañía Mobboli, hechas en polipropileno reciclado en diferentes porcentajes, y en seis colores: blanco, negro, visón, gris, verde seco y terracota. Su diseño ligero y liviano, con estructura metálica pintada a juego con el asiento, permite que se apilen de manera eficaz para aprovechar al máximo el espacio.
Así mismo, una de las novedades más interesantes en este aspecto fue la de Andreu World con su silla Gala Pure Eco, diseño del italiano Piergiorgio Cazzaniga. “Viene en diez colores —está hecha en un termopolímero ciento por ciento reciclado y reciclable— y su estructura tiene mucha textura. Además, optimizamos el peso para que sea más fácil de transportar”, dijo Cristina Salavert.

Para aplicarla, tiene en su asiento cinco orificios en línea, donde entran cada una de las patas traseras hasta completar seis unidades. Para componer este sistema, el diseñador se inspiró en la forma como se disponen los conos de los helados al almacenarlos. También ofrecen la posibilidad de ponerle un cojín removible, para que las aberturas queden ocultas.
Sin duda, el uso de materiales sostenibles y responsables con el medio ambiente es una tendencia que la gran mayoría de las firmas buscan aplicar —unas con más compromiso que otras—. Ondarreta, con un stand que estaba cubierto en dos de sus caras por telas que se descolgaban del techo para dar un aspecto orgánico, es una de ellas.

Su mesa Uda, diseño de la joyera Helena Rohner junto con la directora de Producto de la compañía donostiarra, Nadia Arratibel, tiene una versión de tapa hecha en “un nuevo acabado PET 100 % reciclado.

Este material, compuesto de polímeros posconsumo y materiales reciclados, permite dar a objetos de un solo uso, como tapas de botellas de plástico, una segunda vida con proyección a largo plazo”, afirman desde la empresa.
Este acabado en PET 100 % reciclado, que recuerda un terrazo, hace que cada pieza sea única, “ya que es imposible conseguir una homogeneidad completa en un material hecho de residuos reciclados”. Aseguran que esta falta de uniformidad está lejos de ser un problema, pues da identidad a cada objeto.

Estas son tan solo algunas de las tendencias exhibidas en la Feria Hábitat Valencia, que edición tras edición busca posicionar el diseño made in Spain no solo en Europa sino también en América, con un concepto que tiene un común denominador: una placentera vida en el Mediterráneo.