Hace más de cuarenta años que Luis Antonio Vivas trabaja la madera. Aprendió el oficio desde muy joven, cuando se empleaba en los talleres especializados de ese entonces, para poco después fundar su propia empresa, motivado por el deseo de ser independiente y, sobre todo, por su pasión por esta actividad.

Uno de sus primeros pasos fue crear una sociedad para continuar con su camino profesional, pero se disolvió después de unos años debido a la imposibilidad de obtener ganancias equitativas para las dos partes. Ambos socios dieron por terminado su vínculo comercial, mas no la amistad; hoy por hoy, los dos lideran importantes empresas del sector.

Después de esto, Luis Antonio montó su taller, donde se encargaba de liderar todos los procesos, desde la fabricación y distribución de la carpintería arquitectónica, hasta la compra de la madera y los insumos para transformarla en muebles que luego se transportaban y vendían. Una tarea titánica que, con el tiempo, le permitió crecer.

Madislav, como se llama su compañía, continuó creciendo de manera independiente, hasta el punto de que dispone en la actualidad de una fábrica en la zona industrial de Siberia (Cundinamarca), dotada con maquinaria de última generación para la elaboración de muebles en madera y melamina de la mejor calidad.
La trayectoria y el diseño atractivo con la madera
La excelencia que define su trabajo les ha permitido fidelizar a sus clientes, entre estos constructoras de renombre como Arias Serna Saravia, Amarilo, AR Construcciones, Korner y Nicolás Manrique Construcción, al igual que arquitectos y diseñadores reconocidos —como Guillermo Arias—, que les encargan proyectos individuales de gran envergadura, los cuales hacen a la medida, incluyendo la selección de acabados y muebles con altas especificaciones, algo en lo que el equipo de Madislav es experto.

Fotografía: Jacobo Araya.
Luis Alejandro Vivas es el hijo de Luis Antonio. Es la segunda generación, que busca no solo asegurar una larga vida a la empresa familiar, sino procurar su continuo desarrollo. Por eso decidió estudiar arquitectura, profesión que le ha dado un cúmulo de conocimientos teóricos que ha podido llevar a la práctica dentro de la compañía.

“La formación académica ofrece los conocimientos necesarios para el diseño. No obstante, para su materialización se requiere algo más, algo que solo se aprende mediante la experiencia. Agradezco el hecho de que Madislav me ha permitido conjugar ambos campos: el teórico y el práctico”.

A lo largo de estas cuatro décadas, Madislav se ha posicionado como una de las empresas más grandes e importantes del sector, con muebles funcionales, de diseño atractivo y de la mejor calidad, todo envuelto en la filosofía de “amor por el oficio”.