Su diseño estuvo a cargo de Cruz de la Pava, firma fundada por el diseñador ibaguereño Camilo Cruz y el arquitecto caleño Felipe de la Pava que aceptó este reto que los sacó de su zona de confort y que, además, disparó su creatividad. Si bien el cliente les dio vía libre para su ejecución, había una condición que cumplir: entregar un lugar donde él se sintiera como en casa.

“Recibimos una típica casa familiar de los años noventa, situada en el barrio La Macarena, de la que dejamos prácticamente la estructura y algunos techos en machimbre. El resto del diseño se hizo de ceros, a partir del brief del cliente».


«Teníamos claro el feeling que debíamos crear, así como también que no íbamos a aterrizar una estructura moderna, ya que se saldría por completo del estilo arquitectónico de la zona” —comenta Camilo Cruz—. Por esta razón, decidieron camuflarlo dentro de una fachada de celosía en concreto, diseñada por ellos y hecha a la medida en forma artesanal, con el fin de darle fuerza al concepto general.


Sobre la arquitectura del restaurante Cartel

Elementos como el piso de la entrada en piedra lijada, los techos a dos aguas y las mamparas de vidrio y espejo recuerdan la tipología de las casas ibaguereñas.


Sin embargo, son recursos como las paredes en pañete rústico, el vidrio ahumado, la baldosa hidráulica, el recubrimiento en bronce de la barra, un árbol seco en la mitad del restaurante, el mobiliario, la iluminación y las piezas de estilo industrial los que hacen de este lugar no una escenografía, sino un diseño temático y cohesivo, pero sobre todo funcional.

