Esta antigua casa, ubicada en el casco antiguo de Kutná Hora, República Checa, ha sufrido numerosos cambios a lo largo de su historia. La casa medieval original se quemó por completo y fue reemplazada por un edificio de finales del siglo XIX que fue objeto de una reconstrucción extensa y no muy delicada en la década de 1970, alterando aún más su carácter.

Cuando los clientes se acercaron a la firma BYRÓ, para realizar el proyecto de renovación completa, la casa esencialmente había perdido autenticidad y carácter, por lo que la tarea de los arquitectos fue restaurarla.

De este modo, el objetivo principal de la firma era redescubrir la memoria de la casa y las capas originales, que en realidad eran bastante raras, y combinarlas perfectamente con nuevas para crear un todo cohesivo. Además, el propósito de loa arquitectos era difuminar el límite entre lo viejo y lo nuevo en lugar de resaltarlo.

Las nuevas intervenciones pretendían dar nuevos impulsos al edificio, especialmente a través de conexiones inesperadas entre los espacios individuales de la casa con ventanas y aberturas interiores.

Como resultado, la casa, diseñada para una familia con tres hijos, se comunica mejor con el interior, con habitaciones individuales que se abren y se entrelazan. Las atmósferas y los ambientes de iluminación se superponen en todo el edificio, proporcionando una gama rica y variable de experiencias en la casa.

Detalles de la remodelación de la casa
El punto central de la casa es su escalera de caracol, situada en el centro de la distribución, que conecta la vivienda verticalmente. Gracias a las paredes de bloques de vidrio y otras nuevas aberturas que conducen a ellas, este núcleo de comunicación principal también se convierte en un mediador entre las habitaciones individuales en dirección horizontal.

Entre la planta baja y la planta superior se encuentra la escalera de piedra original, mientras que entre en este mismo nivel el ático queda una escalera de nuevo diseño hecha únicamente de escalones de acero que permiten el paso de las luminarias al piso de abajo y que además está coronada por un tragaluz, que aporta la luz natural a las escaleras y penetra profundamente en el diseño.

Además de trabajar con la luz, la combinación de colores también contribuye al estado de ánimo y el carácter de la casa. En cuanto a la paleta de color el exterior es modesto mientras que el uso de colores en el interior es más expresivo. En general, se eligen tonos apagados, combinados con superficies de color más pronunciadas o acentos en varias situaciones específicas.

La solución precisa se desarrolló cuidadosamente y durante un largo período, desempeñando un papel importante el diálogo con los clientes. La mayor parte del mobiliario utilizado en el interior está hecho a medida y fue diseñado por el estudio encargado del proyecto.

Como dato adicional, el sótano no se vio afectado durante la reconstrucción, espacio que se utiliza como almacén. A la planta baja se accede a través de un amplio hall de entrada, que conecta con la escalera, y junto a él se encuentra una sala de juegos infantil con baño independiente y una zona de servicio de la casa orientada al patio, sala técnica, lavadero y una sala de taller de arte.

Mientras tanto, la planta superior consta de la sala de estar principal con cocina, un dormitorio principal con baño independiente y un taller. El ático está dedicado a los pequeños de la cada e incluye una habitación para niños y niñas y otro baño con inodoro.

Para finalizar, una parte integral de la obra es su patio íntimo y su jardín, que también fueron modificados durante la renovación y se puede acceder tanto desde el sótano como a través de una nueva terraza y desde la sala de estar principal en el piso superior.