Riken Yamamoto, de Yokohama, Japón, ha forjado una carrera distinguida a lo largo de décadas que lo hacen hoy recibir el Premio Pritzker 2024 (conocido como el “Nobel de la arquitectura”), prestigioso galardón que destaca la excelencia en este campo.

Fotografía: cortesía de Shinkenchiku Sha.
Uno de los aspectos más notables en la arquitectura de Yamamoto es su habilidad por integrar la vida pública y la privada, logrando un valor social en cada proyecto, sin límites en los espacios.

Fotografía: cortesía de Tomio Ohashi.
Para este arquitecto, reconocer el espacio es reconocer a la comunidad. “El enfoque arquitectónico actual enfatiza la privacidad, negando la necesidad de relaciones sociales. Sin embargo, aún podemos honrar la libertad de cada individuo mientras vivimos juntos en un espacio arquitectónico como una república, fomentando la armonía entre culturas y fases de la vida”, expresa Yamamoto.

Fotografía: cortesía de Tomio Ohashi.
El jurado del Premio Pritzker destacó la capacidad única de Yamamoto para crear espacios que fomentan la interacción y la conexión humana. Su enfoque va mas allá de la estética, buscando enriquecer la calidad de la vida de quienes interactúan con sus obras.

Fotografía: cortesía de Tomio Ohashi.
“Yamamoto desarrolla un nuevo lenguaje arquitectónico que no crea simplemente espacios para que vivan familias, sino que crea comunidades para que las familias vivan juntas”, asegura Tom Pritzker, presidente de la Fundación Hyatt, que patrocina el premio. “Sus obras están siempre conectadas con la sociedad, cultivando una generosidad de espíritu y honrando el momento humano”.

Fotografía: cortesía de Flughafen Zürich AG.
La arquitectura del ganador del Premio Pritzker 2024
El enfoque innovador y el compromiso de Yamamoto con la sociedad han dejado una marca duradera en proyectos que van desde edificios culturales hasta desarrollos urbanos de gran escala.

Fotografía: cortesía de Kouichi Satake.
Sus diseños abrazan la tradición y la modernidad de tal forma que logra respetar el contexto cultural y ambiental. De este modo, sus obras son un refugio que demuestra las cualidades magistrales de los espacios, centrándose en la vida que cada uno enmarca.

Fotografía: cortesía Riken Yamamoto & Field Shop.
En sus proyectos, el arquitecto usa la transparencia como un recurso para que quienes habitan el lugar puedan explorar el entorno que hay más allá, y que quienes pasan por allí se sientan pertenecientes al mismo espacio.

Fotografía: cortesía de Sergio Pirrone.
Dentro de sus obras más emblemáticas se encuentran el Museo de Arte de Yokosuka, en Japón; la Biblioteca de Tianjin, en China; la estación de bomberos de Hiroshima Nishi, también en Japón; o el Círculo en el aeropuerto de Zúrich, en Suiza. Sus proyectos son una continuidad del paisaje teniendo en cuenta los entornos naturales y construidos preexistentes para contextualizar la experiencia de cada edificio.

Fotografía: cortesía de Tomio Ohashi.
Yamamoto considera los límites entre lo público y lo privado como oportunidades sociales. Cree firmemente en que todos los espacios pueden enriquecer y servir a la comunidad y no solo de quienes los ocupan.

Fotografía cortesía de Mitsumasa Fujitsuka.
Al recibir este galardón, Riken Yamamoto se convierte en el noveno ganador del Pritzker procedente de Japón y en el número 53 del premio, en general, uniéndose a la distinguida lista de arquitectos de renombre mundial incluidos Frank Gehry, Balkrishna Doshi y Francis Kéré, entre otros.