Desde sus inicios, esta marca suiza apoya con firmeza la creatividad y el arte de contar historias. Con esta premisa en mente, Rolex ha mantenido una conexión única con el mundo del cine, poniendo sus emblemáticos relojes en las muñecas de legendarios personajes de la pantalla grande.


La ceremonia de los Óscar es sin duda una exaltación a la inspiración, a la emoción y un reconocimiento a todo el proceso que conlleva hacer una película. Además, como lo expresa el fundador de Rolex, Hans Wilsdorf, es una oda a «un trabajo hecho con primor». El cine es a la vez un arte, una ciencia y una industria, y la ceremonia por la academia del cine realza cada una de estas facetas.

Entre la colaboración entre Rolex y la Academia nace la exclusiva posición de la marca como anfitrión oficial del Greenroom, la prestigiosa antesala de los Óscar. En este espacio, los presentadores y nominados se reúnen antes y después del paso por el escenario.
El diseño del Greenroom
Greenroom es un ambiente diseñado para ser un espacio en el que tanto presentadores como nominados se sientan viviendo una experiencia única. Este año y por octava ocasión Rolex diseñó una nueva decoración para este lugar.

Para esta edición la marca se encargó de crear un ambiente que transportara a todos los asistentes a un entorno vegetal, ligero y frágil, el que está inspirado en las imágenes de follajes.

De este modo, las texturas, tonalidades y los detalles puestos en escena lograron recrear una atmósfera con mucho carácter en el que brilla con suma elegancia el Oyster Perpetual Day-Date 40, reloj en oro Everose de 18 quilates con esfera de color pizarra sombreado, que además destaca su majestuosidad en medio de la decoración vegetal y que resaltando la magnitud de la ceremonia de los Óscar.

Rolex y la Academia comparten la misión de celebrar todos los aspectos de la industria cinematográfica, preservar su legado para las generaciones futuras, estimular la imaginación y conectar a audiencias de todo el mundo a través de la pasión por el cine.

Así mismo, esta relación resalta la confluencia de valores entre las dos marcas, forjando un vínculo indeleble entre la relojería suiza y la mágica noche de los Óscar, promoviendo así la excelencia, la perpetuación del conocimiento, la preservación del arte y el surgimiento de nuevos talentos.