El equipo de diseño de este edificio tuvo como objetivo crear un lugar de intercambio abierto para 49.000 empleados de Daiwa House Group, empresa que se dedica a la prestación de servicios de construcción y bienes raíces.

Aunque el nombre oficial de esta instalación es “Daiwa House Group MIRAI KACHI KYOSO Center ‘Kotokurie’”, el lugar es más conocido como “MORI no KAISHO”, que significa “Lugar de encuentro del bosque” en japonés.
El propósito del edificio
El equipo de diseño, la firma Tetsuo Kobori Architects, comenzó pensando en la importancia de un lugar para que las personas se reúnan en una sociedad impredecible y que cambia rápidamente en términos de lo que significa reunirse y aprender juntos.

Durante la fase de diseño, se llevaron a cabo tres talleres en total con miembros de todo el Daiwa House Group para incorporar las opiniones e ideas de muchas personas que utilizarían esta instalación.

Basándose en las palabras clave que surgieron de las sesiones del taller, decidieron que el concepto de esta instalación sería “MORI no KAISHO” o “Lugar de encuentro del bosque”. “Bosque” se refiere al bosque de Yoshino, el lugar de nacimiento del fundador de Daiwa House Group, con su hermoso paisaje de luz, viento y agua que nutre un ecosistema abundante.

Por otro lado, “kaisho” se refiere a un lugar de intercambio y comunicación cultural en el período Muromachi, donde personas de diferentes clases sociales se sentaban en círculo y componían poesía tradicional renka y waka. Inspirándose en estos conceptos, surgió la idea de que debería servir como un kaisho moderno, donde las personas puedan reunirse, inspirarse e influirse mutuamente.
Memorias de la tierra: detalles del lugar
El sitio está situado en la parte sur de Heijyo-kyo, la antigua capital de Japón. Los estudios arqueológicos de bienes culturales desenterraron restos de asentamientos y viviendas de hace aproximadamente 1.300 años.

Los arquitectos quedaron profundamente impresionados por los restos de pozos, cimientos de edificios y pilares. El paisaje confirmó su convicción de que la esencia del encuentro humano nunca cambiará y que los recuerdos de la tierra deben transmitirse al futuro.

El suelo excavado, reutilizado para el material de la pared exterior y la huella del asentamiento, se expresó en la arquitectura para recrear recuerdos.
Arquitectura en armonía de tres elementos: viento, sol y agua
Para darle al edificio una sensación de escala que permita a las personas sentirse conectadas entre sí, el sitio de 230m de largo se segmentó en gran medida en tres secciones, a saber, «viento», «sol» y «agua», que constituyen el edificio.

La idea hace eco de la frase expuesta por el fundador como su visión para la empresa en el siglo XXI. En este sentido, el Salón del Sol es un espacio abierto 360 grados para permitir la entrada de luz natural, con capacidad para 500 personas.

El Wind Patio es un lugar para conversar mientras se cena. Y el Salón del Agua es un lugar para conocer la filosofía del fundador y reflexionar sobre uno mismo.

Las tres salas están interconectadas por rutas de circulación que se entrelazan como un bucle de Möbius, creando espacios orgánicos y continuos que no imponen restricciones a las actividades humanas.

El diseño de cada nivel
El primer y segundo piso del área de entrenamiento están conectados continuamente por pendientes. Todas las áreas, centradas alrededor del espacio de formación denominado Studio, son abiertas y pueden utilizarse como espacios conectados.

De este modo los alumnos pueden ver las sesiones de formación de los demás y la ligera superposición de sus actividades crea un entorno en el que pueden inspirarse y estimularse mutuamente.

En los espacios abiertos, se colocan muebles y otros elementos para brindar oportunidades para que las personas se reúnan, y todas las áreas se pueden utilizar para capacitación e interacción. Los espacios en pendiente se pueden utilizar para exposiciones y otras funciones multimedia para inspirar a los empleados visitantes.

Los pisos tercero y cuarto son zonas de alojamiento al igual que la sala de estar principal, donde los alumnos pueden reunirse después del entrenamiento y compartir su entusiasmo, está ubicada encima del Sun Hall y conectada a él por un atrio.

Los alumnos son conducidos desde la sala principal a seis «cabañas» donde interactúan en pequeños grupos para consolidar su aprendizaje, y luego a cabinas individuales para dormir.

Desde el área de recepción del Salón del Agua, en el tercer piso, la gente puede ver las montañas y el templo Todaiji, y tener una idea del horizonte del lago Yamato, que originalmente se extendía a lo largo de la antigua cuenca de Nara.

La idea era crear un lugar donde los empleados pudieran conversar con sus colegas y dibujar una gran visión para el futuro, mientras sentían el eje temporal que conecta el pasado, el presente y el futuro.

El equipo de diseño espera que esta instalación sirva como un lugar de coeducación, co-creación y convivencia para el desarrollo de nuevos recursos humanos para la nueva era, donde varias personas puedan presentar sus ideas a través de actividades que incluyen apoyo educativo a niños que liderará el futuro, y la colaboración con empresas y municipios locales.