En el vibrante paisaje de Río de Janeiro, una casa diseñada originalmente por Oscar Niemeyer se convierte en el punto de partida de un proyecto de ampliación que desafía los límites entre lo construido y lo natural. La intervención, a cargo de Siqueira+Azul Architecture Studio, reinterpreta la relación entre arquitectura y entorno, integrando volúmenes suspendidos, recorridos conectivos y materiales nobles que dialogan con la esencia original de la obra.

El punto de inflexión de esta renovación fue la adquisición del terreno contiguo, lo que permitió expandir la estructura original y generar un nuevo anexo de ocio, concebido como un volumen flotante entre la piscina y el jardín. Esta extensión no solo redefine la relación de la casa con su contexto, sino que también potencia la experiencia espacial de quienes la habitan.

El diseño de la casa

La intervención se despliega a partir de tres construcciones independientes, enlazadas por pasajes, pasarelas y escaleras que promueven una fluidez espacial continua. Las fachadas originales incorporan un sistema de paneles pivotantes, diseñados con una malla estructural de hierro, que permiten controlar la interacción entre interior y exterior. En los límites de los forjados, un banco lineal marca la transición entre los espacios, reforzando la sensación de apertura.

Uno de los gestos más distintivos del proyecto es el óculo circular, un vacío que atraviesa la estructura y filtra la luz hacia el patio superior, generando un juego de sombras en constante cambio. El recorrido vertical de la casa culmina en una torre acristalada, donde la escalera helicoidal guía la mirada hacia el horizonte.

En el anexo, los materiales naturales como piedra y hormigón definen la atmósfera del espacio, contrastando con la ligereza de los planos suspendidos y la continuidad visual del conjunto. A través de un equilibrio preciso entre preservación y renovación, la casa amplificada encuentra un nuevo lenguaje arquitectónico, respetando su historia mientras se proyecta hacia el futuro.