El sistema de construcción modular en madera se ha convertido en un referente clave dentro de la arquitectura contemporánea. Con una ejecución eficiente, estructuras ligeras y sólidas, y un enfoque en sostenibilidad, esta técnica redefine los estándares de construcción. Su flexibilidad permite ampliaciones, reubicaciones y reciclaje, características que, junto con el uso de tecnologías avanzadas, garantizan un equilibrio entre eficiencia económica y calidad de vida.

La sede de Eko Modular, ubicada en Tvrdonice, Moravia del Sur, en la República Checa, ejemplifica las posibilidades de la arquitectura modular. Este espacio multifuncional alberga tanto oficinas como una residencia familiar, ambos diseñados bajo estándares pasivos para ofrecer un entorno ideal de trabajo, descanso y convivencia.


Los fundadores de Eko Modular, Gabriela y Vojtěch Juřenčák, iniciaron en 2018 con una visión clara: construir bajo principios sostenibles y modulares. “Desde el principio sabíamos que esta tecnología era el camino a seguir por su funcionalidad y sostenibilidad. Decidimos emprender por nuestra cuenta para materializar esta idea en su máxima expresión”, cuentan. Sin embargo, el inicio no estuvo exento de desafíos, especialmente en la transformación de un sitio industrial abandonado en un espacio habitable y productivo.

Un concepto integral
La planificación del sitio estuvo a cargo de la firma Semela Ateliers, quienes propusieron un diseño adaptable y visualmente armonioso. Incorporaron elementos naturales como un biotopo, techos verdes y abundante vegetación, integrando el espacio en su entorno y mitigando el impacto industrial. La ubicación estratégica del complejo establece una transición fluida entre el pueblo y la zona de trabajo, mientras que el diseño del edificio de oficinas sirve como barrera acústica y visual para proteger las áreas residenciales.

El contraste entre los volúmenes horizontales de las oficinas y la estructura vertical de la residencia genera dinamismo visual y funcionalidad. Ambas construcciones reflejan la filosofía de Eko Modular: simplicidad, eficiencia y respeto por el entorno.

Modularidad y personalización: un balance perfecto
El edificio de oficinas, compuesto por tres módulos y grandes paneles de vidrio, descansa sobre tornillos de tierra, evitando el uso de cimientos tradicionales. En contraste, la residencia reutilizó estructuras preexistentes, adaptándose al contexto. Además, esta casa de dos niveles cuenta con espacios cálidos y funcionales: una sala de estar abierta al patio, dormitorios con vistas al paisaje y una terraza con biblioteca para disfrutar del entorno natural.

Frente a la zona de producción, un estanque, un módulo de sauna y jardines completan el diseño, ofreciendo áreas de relajación y encuentro. Los detalles, como la fachada de listones de madera y las ventanas estratégicamente ocultas, garantizan privacidad y conexión con el entorno.

Cada elemento de este proyecto está diseñado para priorizar la calidad de vida. Las estructuras combinan materiales naturales con tecnología de punta, asegurando interiores saludables gracias a la madera expuesta, la ventilación avanzada y la abundante luz natural. Paneles fotovoltaicos, techos verdes y sistemas de recuperación de agua de lluvia refuerzan el compromiso sostenible de la firma.

La sede de Eko Modular no solo es un espacio para trabajar y vivir, sino un modelo tangible de cómo la arquitectura modular puede transformar el futuro.