La luz es indispensable en las iglesias. Este es un “material” tan natural y puro se convirtió en el alma de la construcción del proyecto Sino-French Science Park Curch. Tanto así, que cuando se pone el sol, esta iglesia es atravesada por rayos de luz que transforma completamente la obra desde cualquier ángulo en el que se observe.

El propósito que los arquitectos de la firma Shanghai Dachuan Architects quisieron transmitir con el diseño de este lugar se basa en dos elementos. El primero fue expresar el espíritu puro con los hermosos cambios de luz, lo que representa la divinidad de la iglesia. En segundo lugar, la silueta del edificio se encarga de transmitir la intención de una obra más moderna.

Además, para construir un nuevo lenguaje alrededor de la obra la firma de arquitectura tuvo en cuenta el avance del realismo tradicional, que caracterizó por la pincelada a mano alzada, y cómo a partir de la Iglesia Langxiang, el patrón habitual de las iglesias católicas se rompió.

Por ello, esta obra es una poesía arquitectónica. Su diseño permite unir el contexto alrededor de este tipo de construcciones, el entorno donde se encuentra y la lógica abstracta entre las formas, las emociones, el alma que conviven en una iglesia.

Sobre la estructura de la iglesia y los materiales

Uno de los elementos que más caracteriza esta obra es una cúpula suspendida en el aire. Desde la barra de la sección circular hasta la sección cuadrada hay un sensor de luz longitudinal que se extiende hacia arriba.

La estructura principal es un marco de acero de paredes delgadas, la densidad de la rejilla es de 240 mm x 240 mm. Mientras tanto, el pase cuadrado de aluminio de pared gruesa se utiliza para formar un soporte de estructura estable. En consecuencia, toda la arquitectura está integrada por esta colocación, aquí los espacios internos y externos se entrelazan.

En cuanto a los materiales, se empleó el fangtong de aluminio, un elemento de alta calidad que se convirtió en el elemento central de la iglesia. El uso de este componente simple, articulado sin ningún tipo de soldadura, permitió, además de ahorrar tiempo y costos, asegurar que el proyecto fuera resistente a la corrosión, ligero sísmico y amigable con el ambiente.