“La luz natural es clave en esta edificación, pues de ella depende el confort térmico en el interior de las oficinas”, afirma el arquitecto Alejandro Aguilar Maldonado, responsable del diseño de este edificio para Kevin’s Joyeros en Bogotá. Para lograrlo, utilizó un vidrio de alta especificación en las fachadas que protege contra los rayos UV y minimiza las fluctuaciones de temperatura.

La fachada principal, orientada hacia los cerros, se conecta visualmente con el paisaje exterior gracias a la transparencia que ofrece el vidrio; por el contrario, la occidental se diseñó con el propósito de minimizar la incidencia solar directa, esto mediante dos estrategias que generan protección solar pasiva sin sacrificar la iluminación natural: retroceder las ventanas del borde de la fachada e incorporar aleros.

Este espacio, ubicado en el acceso, logra una transición fluida entre interior y exterior a través de su espacialidad abierta, y de la sensación de permeabilidad que produce el vidrio. “Esta área de transición está enmarcada por un cerramiento vivo, que no solo embellece la entrada, sino que orienta de manera natural a los visitantes hacia el interior del edificio”, explica Aguilar.
Detalles del diseño
Los materiales pétreos predominan junto con geometrías oblicuas y ángulos agudos. En cuanto al color, los arena, beige y blanco contribuyen a crear un espacio diáfano y sobrio; los acentos provienen del entramado de flores bronce que reviste uno de los muros laterales, así como del tapizado de los muebles, que conserva la paleta de tonos tierra, pero con un ligero brillo, afín al lenguaje visual de la compañía.

“Desde el interior, cada área ha sido cuidadosamente diseñada para mantener una conexión visual con el entorno exterior. Esta integración no solo enriquece la experiencia de los ocupantes, sino que también promueve un ambiente que celebra su interacción con el espacio construido”.