En Porkos, se diseñaron cinco pabellones independientes que permiten un recorrido fluido por el espacio, con vistas abiertas al paisaje.

“Queríamos que las personas pudieran tener contacto de una manera responsable con el río que pasa por un costado del proyecto,” comentó Sergio Arias Osorio, arquitecto y director general de FORMA. Por eso, el diseño culmina en un pabellón longitudinal, con una estructura ligera y transparente, que enmarca el río y ofrece una experiencia inmersiva en la naturaleza.

La intervención arquitectónica fue pensada para facilitar el acceso al río y controlar el impacto de los visitantes, asegurando así la conservación de este recurso hídrico.

Materiales usados en la arquitectura de la obra
Para la materialización del espacio se utilizaron estructuras prefabricadas y elementos de fácil ensamblaje para minimizar el impacto ambiental. Los pabellones destacan por el uso de metal, combinado con madera natural y losas de concreto. La vegetación existente fue preservada e integrada en el diseño, reforzando el compromiso con el entorno natural.

El proyecto no solo fortalece el turismo en el Quindío, sino que también contribuye al desarrollo regional al ofrecer una experiencia gastronómica y espacial de alta calidad.