Este apartamento está situado en el nororiente de Bogotá, en un edificio que desde hace varias décadas está enclavado en sus montañas y en la vegetación que las caracteriza. Su renovación estuvo a cargo de Catalina de Guzmán, arquitecta bogotana con maestría en Diseño de Lujo en Florencia (Italia), cuya trayectoria incluye el desarrollo de múltiples proyectos de diseño interior, dirección de arte y producción de escenografías, así como sets de televisión y de ferias internacionales.

“El apartamento se encontraba en su condición original. Nadie lo había tocado”, recuerda la arquitecta. La renovación se hizo interpretando los gustos y el estilo de sus habitantes, una mezcla entre lo clásico y el mid-century modern. Por esto, en el diseño se “busca mantener la autenticidad de la arquitectura del edificio”, adaptándola a unos gustos y necesidades más contemporáneos.  

Detalles de la renovación del apartamento

En la renovación mantuvieron las molduras, los elementos principales en madera, el mármol del piso del hall y el candelabro que flota en el centro, restaurándolos y volviéndolos a la vida. El comedor se complementó con un suelo nuevo de madera, instalado en espina de pescado, y pinturas en tonos pálidos, gris taupé en el vestíbulo y rosa viejo en el comedor, que resalta la imponente presencia de vegetación en el entorno. 

“Es importante crear un balance entre las piezas originales del espacio, que son únicas, y complementarlas con otras nuevas, al estilo de los propietarios. Encontrar una paleta de materiales y de colores coherente y no desviarse demasiado, buscando un equilibrio visual… Y no sobrecargar el lugar: ¡siempre dejarlo respirar!”.